Por Ariel G. Dasso - Abogado. Profesor titular de derecho comercial y derecho comunitario y de la integración regional vc de Ucema
La evolución del mundo post moderno ha provocado cambios significativos en los puntos de vista y los objetivos del profesional actual.
Es que la realidad requiere un permanente ajuste de nuestro rol.
La globalización, el auge de las nuevas tecnologías, la velocidad y el alcance de estas novedades, la generalización de los negocios internacionales, la estandarización de procesos, plantean seriamente la necesidad de reconocer que las funciones que los profesionales del derecho tradicionalmente tenían han cambiado de manera considerable.
Por ello, y particularmente en el rol que atañe a la atención de clientes constituidos como empresas (el mayor y mejor motor de la economía moderna), los abogados enfrentamos día a día, un cúmulo de necesidades de asesoramiento que traspasan largamente la simple prevención de los riesgos y los conflictos, su administración y, eventualmente la búsqueda de una solución, ya sea a través de la negociación, ya sea a través del recurso al imperio del Estado a través de la actuación del poder jurisdiccional.
El rol del asesor legal, a esta altura, ya está incluido en el mismo diseño inicial estratégico del planteo empresario, en la asunción de riesgos relacionados con el medio ambiente, con la seguridad, con la gestión de procesos, en los riesgos y ventajas fiscales, con la mirada puesta en el mercado y en el consumo y, sin lugar a dudas, en una gestión eficiente de los recursos financieros mirados desde todo punto de vista.
En este sentido es en donde Ucema ha puesto el foco entendiendo que una buena parte de los profesionales del presente y mediato y del futuro próximo requieren una capacitación muy fuerte y materias en las cuales, tradicionalmente, no se les prestaba la atención adecuada. Y esta capacitación, fundamental en el día de hoy, es la relación del profesional de las leyes con los números, con la economía, con la contabilidad, y particularmente con las finanzas.
Las finanzas han tenido una expansión transversal, y ya son una herramienta imprescindible para la gestión patrimonial de toda persona física o jurídica dedicada a los negocios.
Hoy las finanzas de todos los días se encuentran en la mesa de decisiones de las empresas pequeñas y medianas, en las empresas familiares, y aún en los negocios y gestión de las fortunas personales. Por ello, es imprescindible que la relación del abogado, como consejero y como auditor y gestor de la salud patrimonial de sus clientes, conozca de estas herramientas financieras y de la manera más completa posible en un entorno de relación directa con el derecho.
La aparición de las Fintech, las cripto, la gestión de patrimonios a través de fondos de inversión altamente sofisticados pero puestos a disposición de todos los mercados, ponen prácticamente en cada empresa, una oportunidad de financiamiento inversión que siempre es consultada con el directorio, y con su asesor legal.
Esto requiere hoy en día de la capacitación a nivel financiero que esté suficientemente fundada y relacionada adecuadamente con su formación profesional de abogado.
Por ello, si la aptitud el abogado, como consejero y como auditor y gestor de la salud patrimonial de sus clientes, incluye el conocimiento de estas herramientas financieras, a la orden del día, será un profesional de otro calibre.
Por ello, es que la gran oportunidad que ofrece la UCEMA es, la continuación inmediata en finanzas dirigida específicamente para abogados. El perfil entonces que obtenemos con este profesional de la Universidad del CEMA es un abogado de altísimo nivel de preparación, pero que obtiene de esta manera un perfil profesional totalmente diferenciado, que le da a la oferta de trabajo de este profesional un valor agregado para un mercado en plena expansión y que requiere cada día de más y mejores profesionales a tal efecto.