Por María Victoria Sandrone
Si le preguntas a 5 personas qué tipo de abogado eres, ¿qué dirían? Si te preguntas a ti mismo ¿qué responderías?
Un gran error que solemos cometer los abogados es no poder definirnos como profesionales: ¿quién soy?, ¿hacia dónde quiero ir?, ¿qué valores represento?, ¿qué soluciones ofrezco?, ¿qué quiero transmitir?, ¿cómo me gustaría que me perciban?, ¿qué habilidades tengo?, ¿qué me hace distinto?
Saber responder a esas preguntas nos dará una ventaja competitiva: conocimiento y poder sobre nuestra imagen, una herramienta que pocos abogados tienen.
La marca personal del abogado es esencial para posicionarse en el mercado jurídico, generar vínculos de confianza y destacar entre la competencia. Se trata de cómo clientes, compañeros de trabajo y otros profesionales nos perciben, la imagen que tienen de nosotros.
Entre sus beneficios, la marca nos ayuda a diferenciarnos, a mostrar nuestra autenticidad, llegar a más personas que confíen y se transformen en clientes, a establecernos como un referente y generar mayores posibilidades de encontrar trabajos/oportunidades en las que estemos verdaderamente interesados.
Lo paradójico de esto es que muchos abogados piensan que no tienen marca personal. Lo cierto es que tanto como si trabajan sobre ella o no, la marca personal está. La diferencia radica en que cuando ponemos nuestro empeño en crear una estrategia de posicionamiento de marca estamos definiendo nosotros cómo queremos que nos perciban, y por el contrario, cuando no hacemos nada, dejamos que sean los otros quienes definan quiénes somos. Y eso puede ser un riesgo.
Hoy cualquier abogado con 3 o 30 años en la profesión (ya sea empleado de una firma jurídica, dueño de la misma, inhouse o que ejerce de manera independiente) debe entender que trabajar sobre su reputación le permitirá crecer personal y profesionalmente. La marca es una herramienta de expansión y crecimiento inigualable, un activo que debemos potenciar.
Supongamos que quieres postularte para una firma jurídica con base en EEUU o España, remoto o presencial, o buscas generar sinergias para expandir tus servicios profesionales con abogados de otras provincias/distritos, ¿cómo lograrías generar una excelente primera impresión, incluso antes de tener un encuentro cara-cara? La respuesta es simple: con tu marca.
¿Cómo empezamos a crear nuestra marca personal como abogados?
Antes de crear una estrategia es importante tener en claro qué es lo que queremos destacar de nosotros, qué queremos transmitir y cómo lo podemos hacer. En definitiva, es fundamental conocernos y para eso debemos hacernos las preguntas correctas (toma lápiz y papel ahora y ponte en acción):
- ¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades? ¿Qué te diferencia de la competencia y qué áreas necesitas mejorar?
- ¿Qué quieres que tu marca personal represente? ¿Qué valores y principios quieres transmitir a través de ella?
- ¿Cuáles son tus objetivos a largo plazo? ¿Qué quieres lograr a través de tu marca personal y cómo puede ayudarte a alcanzar tus objetivos?
- ¿Cuál es tu público objetivo? ¿Quiénes son tus clientes potenciales y qué están buscando en un abogado? ¿Dónde se encuentran tus clientes potenciales?
- ¿Cuáles son tus recursos y limitaciones? ¿Cuánto tiempo y dinero puedes dedicar al desarrollo de la marca personal y qué obstáculos debes tener en cuenta?
Todas estas preguntas servirán de base y guía para definir una estrategia que se sostenga en los siguientes pilares que son fundamentales desarrollar:
- Definir claramente al público al que quieres llegar (no vamos a comunicar a todo el mundo).
- Desarrollar el mensaje que se busca transmitir (qué digo de mi marca y cómo lo digo). Es fundamental pensar en el impacto que esto tendrá sobre mi público.
- Elección de los canales de comunicación online y offline donde debo estar. Esto depende de dónde se encuentra mi público y para qué usa ese canal.
- Definir los resultados esperados. No puedo avanzar hacia ningún lado si no sé a dónde quiero ir. Además, esto nos ayudará a corregir el curso de acción si no alcanzo los resultados buscados.
¿Qué acciones puedes llevar a cabo?
Una vez que hayas definido los pasos anteriores, vamos a pensar en las acciones específicas que nos permitirán avanzar hacia la dirección propuesta, que es lo que nos ayudará a cosechar (más adelante) resultados. Algunas acciones para potenciar la marca pueden ser:
- Crear sinergias y redes profesionales.
- Establecerse como referente en un área del derecho educando e informando.
- Tener una buena y consistente presencia digital.
- Transmitir una imagen personal positiva.
- Ofrecer soluciones jurídicas que brinden excelentes experiencias.
Y, probablemente, la más importante de todas, desarrollar y mejorar la habilidad para comunicar. Warren Buffet dijo: “La aptitud número uno que puedes tener para mejorar tus resultados tanto en los negocios como en la vida personal, es la habilidad de comunicar”
Somos responsables de nuestro futuro. Saber qué decir, cómo, en qué medios, con qué mensaje, a quién, y cómo aplicar la creatividad en cada paso que damos, se vuelve una habilidad fundamental para el crecimiento profesional.
Ese debe ser nuestro norte: expandirnos como abogados, siendo auténticos embajadores de nuestras marcas para impactar y llegar de manera positiva a más personas.
María Victoria Sandrone
Abogada. Mgtr. en Gestión de despachos jurídicos y marketing estratégico. Especialista en Marketing Digital. Certificada en Legal Project Management. Co-fundadora de 12 Tablas Digital.