Por Laura Cecilia Velasco / Abogada (UBA) Criminóloga. Pionera en Derecho Animal. Doctrinaria
Hoy en el día internacional de la mujer , me permito llevarlos hacia otra perspectiva que en mi caso (es a lo que me dedico y soy pionera en la materia derecho animal) se relaciona con la violencia contra animales no humanos (ANH) y la violencia contra la mujer.
Para comenzar a hablar de violencia, debo decir qué se entiende por violencia y su correlativo, el maltrato. ¿Qué es maltratar? Tratar mal a otro, causarle un daño a otro, provocarle sufrimientos innecesarios físicos o psíquicos, máxime cuando se trata de un ANH.
La definición de crueldad: Es la respuesta emocional de indiferencia o la obtención de placer en el sufrimiento y dolor de otros o la acción que innecesariamente causa tal sufrimiento y dolor.
La violencia contra animales no es algo menor como pretenden mostrarlo, es una alerta importante que indica o un indicador que en una familia hay violencia intrafamiliar o de género. El sujeto violento puede ejercer violencia contra el animal como medio de coacción hacia la mujer violentada.
La violencia contra animales es precursora de delitos violentos contra humanos, esto lo aseguran los más importantes perfiladores del FBI y ese círculo de violencia se retroalimenta y no se detiene, a menos que se denuncie.
Los mayores asesinos seriales de la historia comenzaron maltratando animales en su infancia y/o adolescencia y esas prácticas luego las replicaron en las mujeres asesinadas.
En casos de violencia (hay varios tipos de violencia: violencia sexual, física, psicológica, ambiental, económica, verbal, institucional, etc.)
Hay casos de violencia que se denomina “vicaria”, es aquél tipo de violencia de género donde se suplanta al sujeto violentado por otro de su afecto para mortificarlo por ejemplo, los hijos, o un ANH (un perro o un gato).
La Convención de Belén Do Pará (reconocida por nuestro Art. 75 inc.22 de la Constitución Nacional) expresa en su Art. 1: “Violencia contra la mujer es cualquier acción o conducta basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como privado.”
Hay un sistema binario de sometimiento y de pensamiento. Sistema binario humano / animal. Los humanos como representados fuera de la categoría animal, negando nuestra existencia como primate y alimentando una frontera física y moral cada vez mayor y distante entre animales humanos y no humanos.
La identidad “humana” se ha construido opuestamente a la identidad “animal”, alejándose de todos los valores o comportamientos que se asocian a “lo animal”.
Se deduce que la principal característica de “lo humano” es la racionalidad, la inteligencia, el lenguaje (una determinada forma de lenguaje), son estos los más importantes argumentos, para otras discriminaciones como el racismo, el sexismo o el clasismo y que la “animalización” sea un mecanismo fuerte de opresión y subordinación de estos grupos humanos oprimidos. Se le dice “sos un animal” no como un elogio sino como un insulto.
Muchas veces los medios de comunicación se refieren a las violaciones “en manada” en lugar de grupales, como manera de desprestigiar o catalogar esas bajezas propias de humanos a los animales, siendo estos últimos, incapaces de tales aberraciones.
Otro tema es el consumo de cuerpos, la dominación y agresión sobre los cuerpos de los ANH (animales no humanos), que se transfiere a la dominación y consumo de cuerpos humanos, por ejemplo, la trata de personas, la violencia contra mujeres, la condición de sujeto que se pierde en la cosificación, mujeres asesinadas, fragmentadas o consumidas, donde se observan tres fases: el proceso de cosificación, de fragmentación y de consumo, como relación entre ambas violencias o realizando un paralelo entre ambas puedo ejemplificarlo con la situación de los perros galgos usados en carreras (esto antes de la ley 27330/16 de prohibición de carreras de perros en cuyo tratamiento en el Congreso tuve mucha participación) , drogados, con montas forzadas, y descarte a los tres años de “uso” de los galgos que ya no sirven; otra trata es la tracción a sangre donde los caballos trabajan hasta morir, con un esquema social complicado, con niños arriba de los carros y episodios de violencia familiar y naturalización de ese modelo de violencia, quemando los ojos o arrancándoselos a los equinos ,cuando ya no pueden” traccionar “ más.
Tres maneras de enfrentar la violencia:
- Visibilizando el tema.
- Asistiendo a las víctimas.
- Investigando, estudiando y capacitando en el tema.
No olvidemos que el género es una construcción histórico-social y siempre implica una relación de poder.
Para terminar puedo realizar una reflexión: La víctima (cualquiera sea su especie) significa el fracaso del Estado en su misión de protección y tutela de los intereses de la comunidad.
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Aurora: Dra. Laura Cecilia Velasco
Abogada (UBA) Criminóloga. Pionera en Derecho Animal. Doctrinaria
Ex Directora del Instituto de Derecho Animal del CPACF (2009-2022)
Directora, creadora y fundadora de la Revista Jurídica de Derecho animal de IJEditores.
Directora del Instituto de Derecho Animal de AIDCA (Asociación Iberoamericana de Derecho, Cultura y Ambiente).
Vicepresidenta Internacional para América del Sur de ILBPA (Intenational Legal Bar &Profissional Association)
Coordinadora Internacional por los Derechos de los Animales No Humanos-ILBPA
Investigadora Experta en Derecho Animal, Naturaleza y Green Criminology en la Universidad de Hankuk (Corea del Sur)
Derecho Animal en Cátedra Unesco- Universidad de las Palmas de la Gran Canaria- España.
Premiada nacional e Internacionalmente por su defensa a los animales.
Disertante en universidades nacionales y extranjeras.
Tiene un programa internacional interactivo quincenal, con entrevistas: “Hablemos de Derecho Animal!” en colaboración con Instituciones de México y Reino Unido.