INFORME ESPECIAL
El próximo paso
Dónde estará el foco de los estudios, pasada la etapa de aislamiento social.
El 18 de marzo de 2020 parecía un día como todos. Pensar en el futuro de la profesión era un tema importante. Las crisis económicas que atraviesa la Argentina con regularidad, hacen que siempre haya temas urgentes y los importantes, muchas veces tengan que esperar. Es posible que nadie haya pensado aquel día, que habría de comenzar una etapa de aislamiento social de más de cien días. Y que con esto se daría un cambio de cultura laboral, de comunicación y en muchos casos, personal.
El hecho de pensar en un mercado, un negocio, sus desarrollos, tenía unos parámetros bien distintos antes de la crisis del Covid-19, que una vez finalizada la etapa de aislamiento social.
Desde AUNO Abogados elaboramos una pequeña encuesta para conocer el presente de los estudios jurídicos y especialmente para tratar de analizar el futuro del negocio y del mercado.
La primera pregunta formulada trata del estado de la demanda de servicios jurídicos.
Demanda de los servicios jurídicos
Un 48,5% afirma que la demanda descendió. Un 30,3% de las respuestas afirman que se mantuvo estable para concluir con un 21,2% que hallaron la oportunidad en la crisis y aumentaron su caudal de trabajo.
Al respecto, consultamos a Jaime Fernández Madero, abogado y consultor en estrategia y gestión de firmas de servicios profesionales, quien manifestó: “En mi opinión, esta crisis traerá cambios sustantivos y duraderos en la forma de ejercer la profesión y prestar servicios a los clientes. Hasta ahora no se puede afirmar que la tendencia a la baja sea significativa, en la cantidad de trabajo de los estudios, porque los clientes siguen teniendo mucha necesidad de sus abogados. Los honorarios a veces requieren renegociación, pero muchas veces no”.
Consultado acerca del futuro del llamado post covid-19 y cuál es su recomendación para los estudios jurídicos, Fernández Madero afirmó: “Los cambios más importantes vendrán después, en una realidad más normalizada, cuando la recesión limite mucho la actividad de negocios de las empresas. Ello requerirá de mucha inventiva y eficacia de los abogados para acompañar a sus clientes. Será necesario justificar el valor que agregan de manera mucho más evidente, en contenido y costo. Ello implicará revisar el funcionamiento de los equipos y acercarse mucho más a los clientes. Anticipar los problemas, conocer más profundamente el negocio del cliente y encontrar una manera de comunicar más amigable será vital en las épocas que vienen. Los abogados tendrán que salir de sus zonas de confort si quieren mantener firmas sólidas y rentables. Mirar la profesión como una empresa y buscar la institucionalización de las firmas será indispensable, y no podrá demorarse más. No hacerlo de esa manera podrá implicar costos de oportunidad muy elevados”, concluye Jaime Fernández Madero.
Tecnología
El avance de la tecnología y su aplicación a la práctica del derecho, es un tema recurrente desde hace años. La operatividad de los estudios, aplicaciones y desarrollos tecnológicos vienen resonado en el mercado desde hace un tiempo atrás. Eran temas para ser tratados con tranquilidad, decisiones que habría que ir tomando conforme al desarrollo de los mercados o las visiones de innovación de cada estudio.
Lo que queda claro es que nadie había puesto una fecha tope (como lo fue el 19 de marzo), para pasar a ser 100% operativos de manera remota.
De este tema va la segunda pregunta de la encuesta: ¿Estaban los estudios actualizados tecnológicamente para este desafío?
Para continuar operativo, respecto a la tecnología
Las respuestas indican que un 54,5% no necesitó actualización alguna y pudo sostener la operación. Dato alentador para un mercado que, en el pasado no ha tomado a la tecnología como una pata vital para el desarrollo del negocio.
Resta entonces un 42,3% que necesitó de distintas actualizaciones para mantenerse activo, de manera óptima, durante la etapa de aislamiento social. El resto, un porcentaje muy pequeño (3,2%), aún tiene pendiente la actualización.
Consultada por la experiencia de su estudio en este tema, Alexia Rosenthal, socia del estudio Tanoira Cassagne Abogados (TCA), puntualiza: “Desde su génesis en 2011, el estudio ha incorporado la innovación como uno de los ejes centrales para encarar el futuro de los servicios jurídicos de la región, incluyendo aunque no limitándose, a la innovación tecnológica”.
Y agrega: “Esto se puede observar tanto internamente como hacia afuera, desde su lanzamiento, su espacio de oficinas, sus sistemas de acceso remoto, la posibilidad de home office y hasta la forma de pensar las distintas áreas que integran el estudio”.
Indudablemente que la crisis del Covid-19 ha planteado cambios en todos los mercados y sus actores. Al respecto, Rosenthal indica: “La llegada del Covid-19 ha afectado negativamente a muchos de nuestros clientes pero también ha generado que otras aceleren su crecimiento exponencialmente mucho antes de lo previsto”.
Y agrega: “Para poder acompañar este proceso, el estudio cuenta con un equipo de abogados multidisciplinario que atiende los diferentes impactos que la coyuntura y la nueva normativa le provocan a los clientes. En especial, el Área de Innovación, Nuevos Negocios y Transformación Digital asesora tanto a los principales start ups tecnológicos del país como a fondos de inversión de VC y Private Equity y a corporaciones en sus estrategias de innovación abierta, de manera de encontrar las empresas del futuro”.
Y ante el requerimiento acerca de las respuestas del estudio frente a la crisis, Alexia Rosenthal, indica: “Hemos lanzado durante el aislamiento una “Mesa de Innovación” de TCA (integrada por socios, asociados y abogados en todos sus niveles) la cual analiza y planifica en forma continua mejoras en procesos y servicios para ofrecer al equipo y a los clientes una mejor experiencia de usuario, logrando eficiencia y rapidez para resolver los problemas que se les presentan, lo cual implica una importante inversión en tecnología. La habilidad de TCA de poder asistir desde un emprendedor hasta una gran corporación, es la que le permite a ambos tipos de clientes evaluar las mejores alternativas a la hora de innovar y de crecer”.
Ahora bien, si acordamos que la situación es transversal a todos los mercados, es un momento ideal para repensar algunas cuestiones básicas del negocio.
La siguiente pregunta de la encuesta se refiere al próximo paso que darán como empresa.
Temas relevantes, pasada la etapa de aislamiento social
Un 45,5% opinó que la innovación en materia legal es el tema al que hay que apuntar.
¿Es posible innovar en medio de una crisis? El abogado y consultor Nicolás Bonina responde: “Si, desde ya. Yo cambiaría la pregunta: ¿cómo no innovar en este contexto? Las situaciones críticas y de supervivencia son las que nos sacan de nuestra zona de confort y dan lugar a las grandes innovaciones. Así que si, no sólo se puede innovar en este contexto, sino que se vuelve prácticamente imperativo para sobrevivir”, puntualizó.
Entonces sería bueno pensar en quiénes son los que pueden innovar. Al respecto Bonina señala: “Cuando escuchamos la palabra innovación, inmediatamente pensamos en Google, Apple o Microsoft, en inteligencia artificial o blockchain, smart contracts, pero no hay que perder el foco. Se puede innovar con herramientas gratuitas y accesibles para todos. La innovación tiene que ver con una actitud ante el cambio. La tecnología viene después de elegir qué área o situación del estudio quiero transformar. Por ejemplo, se puede innovar en el modelo de negocio del estudio (pasarlo a estudio 100% digital, o si éramos un estudio 100% de litigios convertirnos en uno con mayor peso en consultoría)” indica Nicolás Bonina.
Volviendo a los resultados de la encuesta, un 30,3% afirma que el tema a revisar es el modelo de negocio. Hace ya un tiempo que se escucha en los estudios jurídicos que la demanda de servicios se ha ido modificando. Este es el tema que cerca del 25% de los encuestados propone para tener en cuenta.
La pregunta final apuntaba a conocer la nueva asignación de los presupuesto de los estudios.
Sobre el particular hubo un claro destinatario del interés. Los profesionales se volcaron mayoritariamente (57,6%) por asignar un mayor porcentaje del presupuesto a la tecnología.
El marketing y los recursos humanos fueron apuntados, respectivamente con un 16,4% y 14% cada uno y la profundización de la capacitación de la dotación llevó cerca del 12% de las respuestas.
Horacio Franco, socio de Franco Abogados – Consultores Ambientales, cuenta la experiencia de su estudio respecto al impacto de la crisis y los cambios a futuro: “Lo tomamos como un deber de responder frente a nuestros clientes. La función de Ambiente, Seguridad Industrial y Salud Ocupacional es un servicio esencial, y nosotros somos un soporte necesario. Fue un impulso para la capacitación remota y el asesoramiento virtual”, y amplió respecto al futuro: “Obviamente, pensamos fortalecer la inversión en tecnología. Tomar con cautela la opción del teletrabajo: es importante el "gabinete", la concentración y el trabajo en equipo. Ya teníamos un fuerte sesgo de inmediatez y rapidez en la respuesta, lo mantendremos”, indicó Horacio Franco.
Se inicia una nueva etapa (la post pandemia). La realidad indica que la actualidad económica (al menos en la Argentina), no será un aliado para los cambios a venir. Habrá que agudizar el ingenio y echar mano a todas las herramientas necesarias para comenzar una nueva etapa.
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